lunes, 2 de mayo de 2011

Bruma

Brillaba la luna,
batían las olas,
todo era perfecto excepto un amargo sabor a final...
Para mí era imperceptible.
Me embaucaban las estrellas y las luciérnagas de aquella escalera.
Pequeñas luces verdes que escondían formas irreales en la oscuridad.

Todo está oscuro desde entonces.
El agua salada ya no es del mar,
ni del sudor de una noche de marejada.
Son sólo lágrimas...
Agua y sal llenando el vacío.

Ya no hay vino ni canciones,
ya no hay nada.

Ya no veo tu mirada
ni me pierdo en el azul de esos ojos que no podían desprender más ternura.

Ya no hay ternura.
La ahogaron las dudas de quien no ve más allá de la bruma.

Sólo hay bruma.
Niebla que pinta mi horizonte de gris soledad.

Volveré a escuchar la luna. Volveré a mirar las olas.
Volverá algún día el cierzo que se lleve la neblina y me devuelva tu azul.
Casi siento la canción alumbrada por luciérnagas...
Salud!

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