jueves, 16 de septiembre de 2010

Perfección y soledad


Me arrastré hasta una playa
de estrellas, cardos y ortigas
soñando en mi mar de dudas
que quizá te encontraría.



Huí siempre de tus ojos
que miraban cristalinos,
que transpiraban amor,
yo preferí mi vacío.

Temía, más que besaba.
Besos de cardos y ortigas,
sin alcanzar las estrellas,
mi vida estaba vacía.

Vacía como esta playa:
perfecta, pero vacía.
Lenguas de olas llevadme,
quiero ortigar sus caricias.

Reenganchando...

Siento mucho haber dejado esto abandonado tanto tiempo... Primero los exámenes y luego un verano plagado de excavaciones no me han dejado casi tiempo...y lo que es peor, durante una temporadilla, ni siquiera tuve ganas. Normalmente cuando escribo es porque siento necesidad de ello. Es como una pulsión. Las palabras salen solas y yo me deahogo así... He pasado unos meses con poca inspiración y sobre todo, con pocas ganas de hablar de nada ni de contar mi vida y mis dudas de futuro que era y es el tema protagonista de mis noches en vela. Sólo en el último mes, en el último de mis viajes conseguí desconectar lo suficiente como para volver a escribir algo. No es gran cosa, pero igual es el primer paso para desatascar mi pluma y que vuelvan a fluir las palabras... Esperemos que así sea.