jueves, 12 de abril de 2012

Un año

Y ahora me parece lejana esta mañana en la que tu mirada me derretía.
En la que un te quiero luchaba por salir y yo por retenerlo.
En la que ha costado escapar de la cama...aunque mucho menos que días atrás.

Un detalle más...

Tus ojos resplandecían al rozarme y yo quería detener el tiempo...
Porque tiemblo al mirar más allá.
Tiemblo con cada sacudida del azul que se desmorona ante mis pies.

Pero alzo la cabeza al cielo...
y estamos en él, piel contra piel.
Y siempre concluyo: Carpe Diem.


Ahora ya no sé si basta.
Si el desasosiego y las dudas terminarán por vencer.
Ya se hace larga la lucha...y la felicidad parece remota todavía.
Aunque la sienta fugaz cada vez que me hundo en tu mirada...
Desgasta saber que sólo será real cuando sea compartida. Y esa duda mata.

Pero me acuerdo del mar, de los dibujos, de las canciones, del vino, de la lluvia, de Madrid, de tus bromas, de las risas, los juegos, de tu curiosidad, de tus besos, tus caricias, tus ojos, tus abrazos, de las palabras bonitas y ese lado tierno que me mostraste un día...

Y de las lágrimas...
también de las lágrimas...de las ausencias...de los rechazos, los reproches y las mentiras...

Será que hace un año de algunas cosas...y los aniversarios me ponen pensativa y melancólica.

Pese a todo mi supuesto pesimismo y orgullo,
suelo intentar dar más peso y valor a lo bueno, y suelo ser incapaz de dejarme llevar por el orgullo cuando los sentimientos son contrarios a él...
Para bien o para mal...soy así.
Pero no quiero atravesar un muro a cabezazos...ya me he hecho heridas, y a veces sangran. Preferiría simplemente que la puerta se abriera...