lunes, 1 de febrero de 2010

Hasta siempre Luna


La luna llena me mordió el corazón.
Dentelladas gélidas de deseo.
Quebradiza voluntad al rozar tu mirada con mis ojos.
Es la luna quien me ciega.

Sangro lágrimas entre aullidos apagados.
Luna hambrienta devorando mis anhelos.
Soy hoy alimento de tus lobos.
Sus colmillos me atraviesan.

Crece, luna, crece.
Crece tu ego y mi pena.
Tiemblo solo al recordar...
Besos de plata en la arena.

Hace tiempo que te fuiste.
Luna nueva traicionera.
Por más que sueñe olvidarte sabes que siempre me encuentras.
Nadie escapa a su destello, luna amarga, luna negra.

Cuando borre su reflejo clavándole mil estacas.
Y su brillo luminoso sea un lunar en la mar.
Sentirás como redoblan los pálpitos de tu alma escuchándome menguar.
Digo adiós; no a ti, a ella.