jueves, 14 de junio de 2012

6-6-2012 Cartas desde Posidonia

Y como no tengo nada mejor que hacer, me siento a observar lo que hoy son sólo ruinas de una majestuosa ciudad.
Y pienso en las ruinas de quien hoy está lejos.
Y sueño con los antiguos en una atardecer como este. En el bullicio de una ciudad viva.

Una ciudad por la que lucharon unos tras otros griegos, lucanos romanos...hasta llegar a la ruina.
Unos restos que todavía hoy deslumbran. Que nos hacen añorar aquello que fue...sin pensar en que su ocaso llegó por algo.
Unos vestigios que nos recuerdan que lo nuevo desbanca a lo viejo. Que las civilizaciones que más alto llegan son las que más profundo caen.
Que lo imponente de sus obras no puede ocultar el hecho de la decadencia y el olvido.

Pero yo sigo intentando imaginar la ciudad, las personas que sentirían el mismo sol y la misma brisa en la cara que siento yo ahora... La misma angustia ante el declive de su mundo. La misma ausencia de sus seres queridos; la misma preocupación por procurarles sustento...
Al final eran humanos, como nosotros.

Hoy pienso en un amigo que me necesita; hoy siento que estoy en un sueño del que despertaré trabajando en Mc Donalds con suerte; hoy añoro tus abrazos, tus intentos de darme fuerza...

Hoy me siento griega, romana, lucana,
soñando con lo que fue...
y con lo que le gustaría que fuera...