lunes, 17 de noviembre de 2008

¿Pero Bolonia qué EEES?

Bien, lo que se conoce como plan Bolonia es en realidad la "convergencia en el Espacio Europeo de Educación Superior".
Todo esto empezó hace más de una década cuando se habló por primera vez de crear un sistema universitario único y equiparable en toda Europa. La idea en principio no es mala y no es eso lo que miles de estudiantes rechazamos. Lo que estamos rehcazando, al menos hablo por mí, es el modo y los objetivos que se han fijado para ese nuevo sistema que pretende "mejorar el diálogo entre universidad y sociedad" y potenciar una universidad basada en la "excelencia" y la "calidad".
ja ja ja ja
Me río por no llorar. Son palabras preciosas que esconden un monstruo. Estoy harta de que intenten engañar y manipular acomodadndo el lenguaje a sus intereses.
Lo que empezó siendo como un sueño para cohesionar Europa, se jodió cuando la comisión europea, principal órgano ejecutivo de la UE, interfirió y marcó unos objetivos en la Agenda de Lisboa. En estos objetivos se pretendía crear una "Europa del conocimiento", competitiva en el mundo. Para lo que se adoptaron la gran mayoría de las recomendaciones que la Organización Mundial del Comercio indicaba en sus Acuerdos Generales para la Comercialización de Servicios.En estos acuerdos se habla de crear mercados donde todavía no existen, es decir, hacer de los servicios básicos, como agua, educación o sanidad, un mercado, una fábrica de riqueza.
Ahora voy a intentar usar mis dotes de traducción.
Lo que la Comisión Europea pretendía, y los gobiernos nacionales han aceptado de buen grado, es subyugar la universidad a intereses políticos y económicos (valga la redundancia).
Los principales órganos ejecutivos de las universidades españolas en este momento (que ya está muy avanzada la convergencia) son los Consejos Sociales de cada universidad. En ellos hay representantes de la "sociedad" y de la universidad. En realidad la proporción es 15 a 6. De estos 15 la gran mayoría son nombrados por instituciones políticas y un par por consejos de empresarios. Así pues, han terminado con la autonomía de las universidades y han conseguido controlar lo poco que escapaba a sus intereses. A la sombra de este Plan, han nacido innumerables órganos, agencias e instituciones, financiadas con fondos públicos y de nombramiento gubernamental, la mayoría. En mi opinión es un disparate que los fondos de universidad, se pierdan en tanta institución, entre las que muchas veces se solapan las competencias y que por mucho que nos lo pinten de lo que quieran: sirven para que los políticos puedan pagar sus favores con nombramientos y chupar del bote de una forma legal. Robar ya no se lleva. Es mejor crear una institución para que cobren de manera legal.
Pero centrándonos más en lo que supone Bolonia, y a lo que más me opongo, es que pretende que el gasto público se vaya reduciendo, en favor de inversiones privadas. Es decir, con Bolonia, son las empresas las que pagan las investigaciones, por lo que son las que deciden lo que se investiga. Toda empresa busca el lucro, busca generar ganancias por lo que todas las carreras que no sean rentables para las empresas, tendrán más que difícil su financiación. Este es el caso de la mayoría de las letras.
Los Grados y postgrados, así como las Universidades en su conjunto, serán evaluados por la ANECA(Agencia de Evaluación de la Calidad). Esta "calidad", usará baremos de rentabilidad, optimización de recursos, transferencia de conocimiento a la empresa, y otros criterios economicistas que no creo sean los más indicados para una universidad que a mi modo de ver debería de formar individuos pensantes y no masa trabajadora y productiva. De hecho se busca crear criterios "uniformes" para la evaluación de la calidad, lo que supondrá un empobrecimiento general. La diversidad de puntos de vista me parece mucho más enriquecedora que la uniformidad. Por no decir que los encargados de juzgar lo que es excelente y de calidad, serán pocos y de nombramiento oficial, por lo que nunca osarán contravenir los criterios neoliberales y gubernamentales que les vengan impuestos.
No en vano, para ahorrar recursos y para enfocar la formación hacia el mercado laboral, las licenciaturas pasan a ser grados de 4 años, en los que el último serán prácticas no remuneradas. ¡Oh casualidad! Medicina y arquitectura, escapan a esta reforma. Luego dicen que no se baja el nivel. O sea que podemos tener profesionales de cualquier tipo peor formados, excepto médicos y arquitectos, no vaya a ser que se nos caigan las casas y se nos mueran las personas... Para quienes quieran tener una buena formación, deberán pagar los postgrados o masters, bastante más costosos que una licenciatura actual.
Dicen que el sistema de créditos ECTS, se basa en el trabajo individual que tiene que hacer el alumno. Así, calculan unos 60 créditos por curso, de los cuales un alto porcentaje son de trabajo personal del alumno en su casa o en su biblioteca. No me quejo de que me hagan trabajar más y por mi cuenta. Me quejo de que encima de estar en micasa pringando muchas más horas, voy a pagar en mi matrícula esas horas a mi universidad por un trbajo sólo mío.
Por otra parte, en una entrevista a la ministra Garmendia, reconoció que lo que se va a tratar de impulsar es la excelencia, pero sólo de aquellas universidades capaces de competir en Europa. O sea, aquellas más grandes. Así, muchas universidades se quedarán escasas de fondos, lo que llevará a peores resultados de cara a la ANECA, lo que supondrá a su vez, que le recorten aún más sus recursos por sus malos resultados. Esto significa la tendencia hacia un sistema universitario anglosajón, en el que un par de universidades son buenas, pero sólo entran quienes puedan pagarlas.

Quizá tenga cosas buenas el plan Bolonia, pero en comparación con las malas, creo sinceramente que no compensa. El señor diector general de universidades, Felipe Pétriz, y la ministra de Ciencia e Innovación, la señora Garmendia, dicen que quienes criticamos el Plan es porque no tenemos información. Resulta muy cínico cuando este proceso se ha caracterizado por el ocultismo, han ido aprobando leyes de tapadillo y en verano, y ahora me acusan de desinformación. Pues he estado leyendo resoluciones y leyes, descubriendo organismos e instituciones, perdiéndome en una maraña burocrática increíble y lo que he descubierto es que quienes tenemos información no queremos Bolonia y que ellos no tienen ninguna gana de informar. De lo contrario se hubieran reunido con los estudiantes, quienes por cierto, apenas han participado en esta convergencia cuando son ellos los principales damnificados.
Hay mucho más que decir respecto de este Plan, pero ya me he alargado bastante. Sólo una cosa más antes de terminar y es DENUNCIAR LA ESCASA REPERCUSIÓN MEDIÁTICA DE UNA REFORMA QUE VA A CAMBIAR PROFUNDAMENTE EL FUNCIONAMIENTO DE LA SOCIEDAD. El pasado día 13 hubo movilizaciones contra Bolonia en la práctica totalidad de universidades españolas. Unas más numerosas y otras menos, pero todas juntas sumaban un número de estudiantes muy considerable. En los medios de comunicación nacionales apenas lo reseñaron y en algunos ni salió. Dejo enlaces de vídeos de muchas (no todas) las ciudades (Valladolid, Salamanca, Murcia, León, Vigo, Córdoba, Valencia, Zaragoza, y un largo etcétera) en que se hizo algo, por si algún periodista caritativo aparece por aquí y tiene a bien prestar atención a un problema como es la entrada del mundo mercantilista y neoliberal en uno de los pocos cotos que hasta ahora, le había sido ajeno. Dejemos entrar el capitalismo en la Universidad, en la Sanidad, en el Agua, y la próxima crisis profunda de este sistema (una como la que vivimos ahora) pondrá en riesgo derechos que hasta ahora habían sido básicos.

CONTRA LA MERCANTILIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD ¡¡¡BOLONIA NOOOOOOO!!!!

Sonrisa

¡Hola de nuevo! Gea al aparato después de casi un mes sin noticias...
Cuando no escribo es o porque estoy muy bien, o porque estoy muy mal. En este mes ha habido de todo...pero lo cierto que pocos términos medios. Mi ánimo ha seguido el compás de las bolsas. Hoy un pico y mañana un desplome, pero con tendencia general negativa. Sí, yo también estoy en crisis... Pero hoy parece que me encuentro en uno de esos picos al alza, operando en positivo y no me apetece compadecerme.
Hoy quiero sonreír y que sientan mi sonrisa todos aquellos que se preocupan por mi, a ver si se contagian.