miércoles, 2 de septiembre de 2009

Caduca

Tras un tórrido verano el otoño empieza a dar sus primeros coletazos. No ha llegado todavía, pero lo presiento pisándonos los talones... Vientos fríos que te congelan por dentro y te advierten de que pronto los días serán cortos y las caras largas. Los árboles también lo han notado. Algunos parece que tuvieran ganas de hibernar... de desnudar sus ramas y dormirse hasta la próxima primavera.Ven que ya todo es decadente y quieren perder sus hojas cuanto antes. Los plataneros llevan tiempo amarilleando y el otro día un manto marrón cubría el paseo. Pensé: es pronto todavía, los árboles deben de estar tan confusos como yo...
Y así me consuelo creyendo que es algo natural. Todo se seca, se cae y se pierde... Pero confío, como ellos, en revivir la próxima primavera. Que mis brotes sean cada vez más fuertes y consiga de una vez por todas ser un árbol perenne, inmune al invierno, ajeno a la estacionalidad de las emociones.

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