martes, 2 de septiembre de 2008

Opinar o no opinar. That is the question

Hace un tiempo que me cuesta expresarme. Es una sensación extraña porque yo simpre he sido una persona expresiva, que daba su opinión así abiertamente sobre cualquier tema.
Últimamente no soy capaz de hacerlo. Y no sé muy bien a qué se debe. Se me han ocurrido tres posibles motivos:

- El primero puede ser cierta falta de autoestima. A veces es como si me diera miedo llevar la contraria a alguien por si acaso malinterpreta lo que intento decir. Actualmente hay una tendencia a ser políticamente correcto en todo y quizá me contagie un poco de ella. También, y en relación con eso, tengo cierto temor a perder las formas. No hay cosa que más me cabree que cuando la gente no quiere entender, así que cuando eso pasa pierdo las formas (no pego, ni muerdo,no os creáis :P, sólo elevo bastante el tono y me exalto un poco) y eso es un defecto de mí que no me gusta.

- Otro motivo por el cual a veces desisto de opinar es por los interlocutores. La mayoría de la gente se llena la boca con las cosas que cree y oye, o con las cosas que le dicen que piense. Y muchas veces, con o sin información, sueltan sus sentencias como si estuviesen en posesión de la única verdad. Y nunca escuchan. A mi, salvo que esté muy muy segura y convencida, un buen argumento puede hacerme cambiar de opinión, o al menos replantearme muchas cosas. Pero he comprobado que cuando discutes con alguien y uno de tus argumentos le mete en un atolladero, suelen encabezonarse más. Yo eso también lo hago a veces. Creo que la cabezonería nos hace humanos. Lo que no me gusta es que en ese momento es más fácil "atacar" al rival que intentar seguir con el razonamiento, y así te salen con cosas tipo: "qué sabrás tú de la vida" "aún eres joven" o cosas peores que no tienen ninguna relación y que suelen empezar por "claro, como tú..." Y eso me jode. Me jode mucho la gente que va por el mundo dando lecciones de vida, y juzgando a las personas y sus opiniones según sean sus notas, sus trabajos,su edad, su reconocimiento social... Vamos a ver; esta discusión la tenemos tú y yo ahora. Atente a lo que estamos hablando tú y yo ahora sobre esto, y no me saques mierda que no viene a cuento.

- El último motivo por el que creo que cada vez me cuesta más opinar es porque cada vez me cuesta más tener una opinión clara sobre las cosas. Quiero decir que siempre encuentro argumentos a favor y en contra de los distintos temas. O también mi opinión depende mucho de desde qué óptica lo mire. Pongo un ejemplo: yo en teoría me considero con ideas de izquierdas o más bien abiertas. Esto en teoría significa que defiendo una serie de principios. Pero si me imagino al frente de un estado, soy consciente de que muchos de estos principios debería dejarlos a un lado. Es decir, por ejemplo (es sólo un ejemplo como cualquier otro) me he enterado de que se plantean incluir las operaciones de cambio de sexo en la seguridad social. Bien, es una idea aperturista con la que yo debería estar de acuerdo. Pero joder, no deja de ser un gasto y una sobrecarga para un sistema que está temblando y que no se sabe cuanto tiempo se va a poder mantener con las garantías y calidad actuales. Pero claro, decir esto no es políticamente correcto. Mientras tanto los tampax se siguen pagando como artículo de lujo (ya sé que esto no viene al caso, pero es que me parece una vergüenza). Quiero decir que no sé cuales deberían ser las prioridades del estado.
El mismo pajote mental me surge con el tema militar, o con el intervencionismo del estado, o con tantos y tantos que mejor dejo para otro día, que esto ya se está alargando mucho.

El caso es que cuando surgen estos temas que tantas pasiones levantan, yo: oír, ver y callar, cuando antes no era así...

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