martes, 30 de septiembre de 2008

Caricaturas

A veces me cruzo con gente que sólo con mirarles a la cara puedes imaginarte cómo son sus padres...
No siempre me gusta eso. Pero hoy me ha pasado con varias personas que he visto por la calle.
Por ejemplo con el chico que me he cruzado volviendo de la universidad. Su madre tiene que ser una histérica intratable y su padre...no me decido si es un pelele o simplemente el típico que pasa de la familia. Me ha dado un poco de pena con sus gafas y su pelo rizado, un poco largo y despeinado. Me he imaginado a su madre día y noche insistiéndole en que se lo corte y él intentando escapar a los dictados de su progenitora sin los que, sin embargo, se encuentra perdido. El típico marginadillo intentando huir de esa condición pero sin querer ver que para ello debe romper con la mari angustias de su madre. Todavía echaba ese tufillo a no saber muy bien de dónde viene ni adónde va. Obsesionado por querer encajar pero sin estar muy seguro de contravenir los consejos que ha oído desde chiquitín. Queriendo reivindicarse pero dejándose llevar por la corriente de los nuevos compañeros de clase que acaba de conocer en la universidad. Seguro que era de primero, segundo a lo sumo. Probablemente de ciencias puras o de filosofía y letras. Era demasiado desarreglado para medicina o derecho. Y allí nunca hubiera abandonado su pelo corto, su camisa por dentro, sus pantalones altos y sobre todo, su condición de bicho raro.
Espero que no termine tan loco como lo debe de estar su madre...
Me la imagino como una señora con formación universitaria, que trabaja en un entorno mayoritariamente femenino. Que se ha apuntado desde hace tres años a yoga y prefiere la medicina tradicional china. Le apasiona el esoterismo y pone música de relajación en casa. Quizá fume porros a escondidas. Tiene el pelo rizado y corto, como su hijo, y la misma mirada de chiflada. También es miope y aunque intenta educar bien a su hijo, hace demasiado caso de todas las modas de cartón piedra de este mundo nuestro. Bebe leche de soja y l-casei immunitas. Y siempre piensa que lo suyo es lo mejor. Tiene la casa como los chorros del oro y todavía le pela el melocotón al niño, porque no le gusta la piel al pobrecito. Llora si el nene no se pone el último jersey que le compró y no admite que quiera a ninguna mujer que no sea ella...Su hijo es el más perfecto en todo, sobre todo en lo listo que es...aunque para aprobar el bachillerato tuvo que ponerle profesor particular.

Quizá tenga demasiada imaginación...quizá. Pero es divertido poner vidas a gente que sólo has observado durante unos segundos.
Con quienes tengo oportunidad de observar por más tiempo...me equivoco poco. No sé si es un don o una maldición.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Caraculo!!!
Aunque estes un poco loca eres genial.
Yo en el fondo creo que todo el mundo, un poquito inteligente, cuando observa a los de su alrededor les pone vidas "imaginarias" y a veces aciertan y otras no, pero como dices tu por lo menos es divertido.
Y lo que más ilusión me hace es que escribas cosas divertidas que a los lectores nos saquen una sonrisa cuando las leemos en lugar de unas lágrimas.

Gea dijo...

¡Bueno carahuevo!
Pues si te empeñas ya te respondo.
Gracias por pasarte por aquí de vez en cuando.
Espero que siempre sonrías y nunca llores. Todo lo que se escribe aquí sólo es producto de tu imaginación,jeje, así que no le des mucha importancia...

Anónimo dijo...

Solo escribo porque mientras lo leía me has arrancado una sonrrisa en un día de tantos en los que ha habido pocas. La verdad es que yo también lo hago cuando voy en el metro.

Gea dijo...

Me alegro de haberte hecho sonreír. Empiezo a pensar que debería escribir otra en tono de humor. Parece que son las que más gustan...
Por cierto, ¿eres "Pili"? jeje, yo creo que sí.
Bueno, pues a sonreír más eh? Que no me entere yo que no sonríes al menos tres veces al día!!!