miércoles, 20 de mayo de 2009

Hacerse mayor...

Odio cuando me doy cuenta de que me estoy haciendo mayor...
Cuando tengo reacciones cascarrabias típicas de agüelo de 70.

Ayer me pasó en la biblioteca.
Resulta que a medida que uno se hace mayor empieza a usar las bibliotecas como es debido. Es decir, va allí a consultar sus fondos, y a estudiar.

Así que como venía diciendo ayer fui toda dispuesta a la biblioteca de Humanidades, la que me corresponde por derecho, a hacer un trabajo sobre protohistoria, para el cual necesito bibliografía de la susodicha biblioteca. Llegué al lugar hacia las 16:00 de la tarde y como ya me imaginaba, una amplia mayoría de sitios estaban ocupados por una media de tres folios y nadie leyéndolos.
Existe la norma no escrita de que si yo dejo tres folios en un lugar, ese lugar es "mío" y me corresponde. Yo siempre la he respetado porque reconozco que es una putada irte una hora a comer, volver a la biblioteca y no tener sitio. Pero, y aquí llega mi "cascarrabiez", esa norma te toca bastante la moral cuando llegas a TU biblioteca y no tienes ni un triste sitio para hacer un trabajo para el cual necesitas libros de esa biblioteca. Y más aún si te empiezas a fijar y la mayoría de los folios que ocupan los sitios son de derecho, economía, ingeniería y medicina...facultades que tienen sus propias bibliotecas.
El cabreo empieza a ampliarse cuando milagrosamente encuentras un único sitio escondido entre apuntes de derecho sin dueño, te sientas y empezas a ver pasar las horas sin que esos sitios los ocupe nadie más que un puñado de hojas de papel... Hacia las 17:30 llega por fin un grupito de chicas pijas muy perfumadas y sonrientes que no dejan de cuchichear en toda la hora que han estado ¿estudiando?
A las 18:30 una procesión de tacones y risitas desfila por delante tuyo porque van a hacer un "descanso".
Descanso el que tú tienes que por fin puedes leer un párrafo seguido sin que un susurro te interrumpa.
Hacia las 19:30 la misma procesión de tacones... Ahora decides tú que es el momento de descansar. Un pis, un poco de agua y una llamda telefónica. 20 minutos más tarde vuelves a tus estudios protohistóricos entre dudas sobre derecho internacional privado.
A las 20:30 empiezan a recoger. ¡Por fin se largan!-piensas-.
Así que para dos horas efectivas de estudio, estas chicas han tenido cinco sitios en MI biblioteca ocupados desde que se fueron a comer hacia las 13:30.

Quizá me esté volviendo una vieja intransigente y ya no me acuerde de los tiempos en que a la biblioteca se iba a pasar la tarde. Pero cada vez me cabrea más la gente que no se da cuenta de que algunos necesitamos esa biblioteca y no otra, y vamos allí para trabajar. Para pasar la tarde que se vayan de compras o a echar un café. Pero por favor, ¡¡¡retiren sus folios de nuestra biblioteca!!!

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