jueves, 16 de septiembre de 2010

Perfección y soledad


Me arrastré hasta una playa
de estrellas, cardos y ortigas
soñando en mi mar de dudas
que quizá te encontraría.



Huí siempre de tus ojos
que miraban cristalinos,
que transpiraban amor,
yo preferí mi vacío.

Temía, más que besaba.
Besos de cardos y ortigas,
sin alcanzar las estrellas,
mi vida estaba vacía.

Vacía como esta playa:
perfecta, pero vacía.
Lenguas de olas llevadme,
quiero ortigar sus caricias.

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