21-10-2008

Bueno aquí va una entrada vieja, que escribí un día cuando no tenía conexión a internete. Las fotos son de Martín Gallego para que luego no me denuncien por derechos de autor y para que os paséis por ahí porque tiene fotos preciosas.

21-10-2008
Hoy no sé qué escribir, pero es lo único que me apetece. Mi ordenador patata se ha jodido y no sé qué le pasa a la conexión, pero Internet tampoco funciona en el portátil…
Acaba de empezar una tormenta. Si no fuese tan tarde saldría a pasear. Hasta empaparme. Hasta que los chorretones de agua se llevasen por delante todo. Y me dejasen relajada y plena.
A veces tienes la sensación de no poder arrastrarte a ti misma en esta vida y no sabes muy bien porqué. No haces nada, ni tampoco encuentras las ganas.
El cielo se ha iluminado. Un relámpago y un gran trueno.

Quiero tronar.
Llamar tu atención como seguro lo hará la tormenta. Sí, sí, te digo a ti. A ti que no quieres verme. A ti que vas a pasar por una tormenta de muchos meses en los que día tras día, lloverá y lloverá volviendo tu vida gris. Después verás de frente los destrozos de la inundación, y creerás ahogarte, y te verás desorientado sumergido en tu dolor. Te sentirás sólo. Pero mirarás a tu alrededor y verás el desgarro en el rostro de quien más quieres. Comprenderás que en tu nicho deberás ser el nuevo capitán.
Mi casa nunca se ha inundado de esa forma aún. Por eso quiero prestarte mi barca salvavidas. Pero no sé cómo llegar a ti. Sólo espero que me dejes. Que no te escondas. Que confíes en mi barca y me llames cuando lo necesites. Por muy frágil que sea tu voz, aunque sólo sea un suspiro. No habrá mejor brújula. No dudes que encontraré el camino y me mantendré allí. A la espera de que un día quieras la ayuda de mi barca.